
Esta semana llegó el momento que siempre deseé que no llegara nunca, pero llegó. El lunes 7 de marzo tuve que "dormir" para siempre a mi perra Pitu, es la decisión mas dura que he tomado en mi vida, pero verla sufrir es lo ultimo que quería, no lo iba a permitir así que me vi "obligada" a llevarla.
La perra ya llevaba todo el fin de semana sin poderse levantar, ya ni se inmutaba cuando quería hacer sus necesidades y se las hacia encima, no probo bocado, ni las salchihas de frankfurt.... con lo que la gustaban !!!!
Eso ya no era vida para ella, con lo que ha sido toda su vida y ahora no podía ni levantar la cabeza....yo siempre había dicho que aunque me doliera en el alma cuando yo viera sufrimiento en ella la llevaría a dormir, y así lo hice.
El lunes por la mañana mi marido y yo la llevamos al veterinario de siempre y le dijimos: Ya no puede mas.
Me explicó como iba a suceder todo y procedió a ello.
Jamas pensé que seria capaz de entrar con ella, siempre le había dicho a mi marido que el día que llegase la hora seria él el que entraría con ella, que yo no tendría el valor suficiente para estar allí y presenciar todo, pero no pude abandonarla y fui capaz de estar allí con ella hasta su ultimo aliento, su ultimo suspiro, me imaginé que a ella le gustaría que yo estuviera allí con ella, así ha sido durante casi 18 años, hasta el ultimo segundo y así lo hice y aunque cueste entenderlo me sentí aliviada de haber sido capaz de entrar, si no lo hubiera hecho ahora no me lo perdonaría y me quedaría siempre esa espinita.
Lo que me consuela es saber que ha vivido como ninguna perra, la hemos querido y la queremos con locura, que ha conocido la casa con jardín a la que nos mudamos hace 4 años pensando también en el bienestar de nuestros perros, que también ha conocido a mi hija ( cosa que jamas habría imaginado dada su edad), y por muchisimas cosas mas que seguramente solo los que tenemos perros podemos valorar y apreciar.
Ahora he tenido que quitar las fotos que tenia de ella por la casa ya que me es imposible pasar por delante sin que se me escapen las lágrimas, al igual que ahora que os he querido contar lo que había pasado, es irremediable que este llorando mientras os escribo.
Estos días espero la llamada de la veterinaria ya que decidimos incinerarla y conservar sus cenizas o esparcirlas por el jardín.... eso ya lo pensaremos.
Bueno, ahora pienso que no se ha ido del todo ya que me quedan un montón de fotos y videos que algún día podré volver a ver recordando lo bien que lo hemos pasado juntas, y lo mejor de todo son los recuerdos que tengo en mi memoria, miles y miles de ellos que guardo en mis retinas como si los hubiera vivido esta mañana.
Y aunque me cueste quiero poneros algunas fotos de ella.







PITU, no nos olvides ya que nosotros no nos olvidaremos nunca de ti. Gracias por todos estos años. Algún día nos volveremos a ver, mientras tanto cuidate mucho.
Te queremos.
PITU Septiembre 1993 - 7 marzo 2011